Lo que necesitas para hacer unos buenos preliminares. Qué preliminares hacer para satisfacer. Por qué hay que hacer preliminares. Técnicas para hacer unos buenos preliminares. Preliminares con tu pareja. Preliminares con la regla. Preliminares con chocolate.
¿Te suenan estas frases? Son titulares. Titulares que hemos sacado de internet. Preguntas que realizan los usuarios de Google. Contenido que desarrollan medios de comunicación, revistas para mujeres o plataformas en las que supuestamente te están ofreciendo una educación sexual.
Artículos y contenidos que en vez de acercarte a una búsqueda, plantearte conceptos o desmontar ideas, acaban pautándote, marcándote o causando inseguridades y deberes. Y como siempre decimos nosotras: ¿Qué hay peor cuando vas a tener un encuentro que acostarte con deberes, inseguridades o pautas?
Por eso hemos decidido escribir estas líneas, para que de alguna manera podamos desmontar, al menos un poco, lo que nos han mal enseñado durante generaciones. Lo que nosotras llamamos: Desaprender lo aprendido.
En primer lugar, empecemos por recalcar que el significado de preliminares, lo que abarca el concepto, viene siendo algo así como lo que es previo a algo. ¿Previo a qué? ¿A meterla? ¿A correrte? ¿A un orgasmo? Enserio, ¿previo a qué?
Porque con esto parece que cuando te vas a acostar con alguien o a tener un encuentro erótico tienes que pasar unas fases e ir tachandolas de la lista:
– Besos
– Meto mano
– Le toco
– Le chupo
– ¿Está mojadx?
– Vale, ahora sí la meto
– Cambio de postura 35 veces o me quedo en la misma todo el rato
– Me corro
Quieras o no, esta idea está más arraigada en la sociedad y en nuestras mentes de lo que nos gustaría. Y ojo que la idea que se tiene de los preliminares va desde que empiezas a besarte hasta que la metes. Lo de antes es preliminar, lo de después es follar. ¿Este es el tipo de sexo que nos están vendiendo? Pues sí.
Y aunque en cierta medida se ha dado importancia a la palabra preliminar para enfatizar realmente que no todo es meterla, lo que nos acabamos creyendo es que están separados, en dos fases. Y no es así. Por eso, bien por la parte del trabajo de evidenciar lo que antes no se hacía, pero quizás no tanto desde el lugar desde donde se está haciendo.
Porque los preliminares amiga, como mucho, son las cervezas que os tomáis juntxs antes de tener un encuentro, para ver cómo trata al camarero. Nada tiene que ver con follar. Porque todo en el sexo es parte del juego y nada va antes que lo otro. El guión de vuestro placer lo construís todo el rato vosotrxs según en qué momento o lugar.
Puedes tener un encuentro en el que solo haya cunnilingus, o solo os beseis hasta que os duelan los labios, o solo os digáis cosas guarras al oído, o solo os masturbéis, o solo os penetréis, o solo os azotéis, o todas estás o ninguna. El placer es justo eso, jugar a combinar lo que os apetezca en cada momento. Y nada va previo a nada.
Porque no hay un orden, más allá del que tú pongas. Porque no hay una forma única de hacer nada, más allá de la que tú establezcas. Porque no hay una única forma de sentir placer, más allá de la que tú construyas. Porque no hay nada previo a nada. Porque no hay un final. Porque tú, y solo tú, eres dueñx de tu placer y de tus encuentros.
