Cuando oímos hablar de problemas sexuales, nuestra cabeza se suele ir directamente a temas como la disfunción eréctil, la anorgásmia, la eyaculación precoz… y pese a que sí, todos ellos son disfunciones sexuales (que es como se llaman realmente), no son los únicos problemas a los que nos podemos enfrentar en cuanto a nuestra sexualidad se refiere.
Entonces, ¿qué podemos trabajar respecto a la sexualidad en terapia?
Las discusiones en pareja, la falta de comunicación o las diferentes formas o situaciones en las que se nos activa el deseo, o cómo y desde dónde nos relacionamos con los demás,también son temas a tener en cuenta en este aspecto.
De hecho, es importante prestarles una especial atención porque aquello que nos puede parecer una tontería o minucias del día a día, pueden acabar siendo motivo de peso e incluso de plantearnos acabar con la relación.
¿Qué valoramos como problemas de sexualidad?
En general solemos fijarnos en los grandes temas y, de hecho, lo hacemos una vez han asomado la cabeza y no podemos evitar verlos.
Claro que es importante y necesario prestarles atención, pero como en muchos otros aspectos, suele ser conveniente observar todo aquello que dejamos bajo la superficie. Todas aquellas cosas que asumimos como “normales” y que de algún modo nos hacen la vivencia de nuestra sexualidad menos cómoda o llevadera. Todo aquello que no expresamos por vergüenza, miedo, inseguridades o por el motivo que sea.
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¿Por qué hacer terapia con un enfoque sexológico?
Muchas veces nos encontramos con circunstancias en nuestras relaciones que no sabemos gestionar, ya sea porque no nos han enseñado a hacerlo o porque nunca antes nos lo habíamos planteado. Primero de todo, es necesario tener claro que los problemas que podamos tener de aspecto sexual no solo nos influyen en la cama o a la hora de tener relaciones sexuales si no que tienen un gran impacto en nuestras vidas.
Trabajar en terapia estos temas con un enfoque sexológico hará que podamos sentirnos más cómodos con ello, que lo normalicemos y que podamos llegar a la raíz del problema para así ver qué herramientas nos serán más útiles en este proceso de crecimiento.
¿Qué puedo aprender sobre mi sexualidad en terapia?
Venimos de una sociedad en la que la que hablar de sexualidad no solo ha sido tabú durante demasiado tiempo si no que incluso se ha satanizado. Hablando claro, tenemos mucho que aprender todos en cuanto a sexualidad ya que hay tantas formas de vivirla como personas hay en el mundo. Para poder disfrutar de una sexualidad plena, es necesario aclarar ciertos conocimientos primero de nosotros mismos y luego para con el resto del mundo.
Conocimientos en cuanto a nuestra manera de ver las relaciones, nuestras necesidades afectivas, conocer nuestro cuerpo, escucharlo y llegar a permitirnos mostrarnos tal cual somos sin miedo a juicios externos o sin pensar si estoy bien o mal si es que eso se puede llegar a valorar. En terapia trabajamos todo eso y más desde un punto de vista que se centra en cultivar tu autoconcepto y tu autoaceptación para no sentir que debes encajar en el mundo si no para que te sientas agusto en tu propia piel.
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