Dependencia emocional: ¿qué es, se puede superar?

En nuestra cultura popular la dependencia emocional es algo que está muy presente, lo podemos apreciar en multitud de canciones y películas en las cuales se confunde amar con depender. Este tipo de relación la tenemos tan interiorizada que no nos damos cuenta de lo tóxico y nociva que pueden ser para quien la sufre.

¿De qué estamos hablando?

Para empezar debemos de distinguir entre dependencia emocional y adicción al amor ya que son términos que implican conceptos diferentes y que podrían llegarse a confundir. La adicción al amor sería la necesidad de tener siempre la sensación de enamoramiento sin que sea una persona concreta, en cambio, cuando nos referimos a dependencia emocional, hablamos de alguien que se aferra a otra persona y hará lo necesario por mantener la relación con ella.

La dependencia emocional es un estado psicológico que normalmente se relaciona con las relaciones de pareja, aunque también se puede extrapolar al entorno familiar y social de la persona. Su origen muchas veces está en una relación insana con las figuras de apego en la infancia lo que dificultará un desarrollo adecuado de la autonomía personal.

Es una realidad que ocurre en muchas ocasiones en las relaciones de pareja. Es frecuente que en una relación sentimental haya vinculación emocional este los miembros que normalmente es un vínculo sano que permite la independencia de las dos personas. No será así cuando uno de los dos miembros de la pareja siente una exagerada necesidad de recibir atención de la otra persona, limitado la libertad de ambas. La limitación será por ambas partes porque la parte dependiente necesita continuamente la aprobación de su pareja y a la no dependiente se le exige estar de manera permanente con la otra persona lo que le dificultará en su autonomía.

¿Soy una persona con dependencia emocional?

Detrás de esta dependencia se esconde una baja autoestima, la persona se siente inferior o menos competente que las demás para llevar la vida que desea. Es un estado que puede llegar a ser patológico, cuando la persona siente que no puede vivir sin su pareja. El dependiente o la dependiente emocional busca complacer y ser amado o amada a cualquier precio por la otra persona. Necesita su amor y reconocimiento para sentir que su vida tiene sentido.

En las personas con este tipo de dependencia se pueden encontrar algunos rasgos característicos:

  • Celos excesivos ya que cree que no merece el amor de su compañero, sentirá el peligro de ser abandonado por la otra persona
  • Necesidad de complacer, hace todo lo posible para atraer la atención hacia su persona
  • Negar sus propios deseos, haciendo todo tipo de cambios y sacrificios para complacer a su pareja
  • Necesidad continúa de pruebas de amor debido a sus carencias afectivas que le hacen esta siempre insatisfecha

El sufrimiento de ser dependiente emocional

Hay una serie de consecuencias para la persona que viven una relación de dependencia:

  • Pueden aparecer trastornos psicológicos como la ansiedad y la depresión, como situaciones de acoso, de violencia domestica
  • La persona siente una sensación de vacío
  • Tiene dificultad para tomar decisiones son la validación de la otra persona, dificultad para asumir sus responsabilidades Tiende a culpar a los otros de sus miedos.
  • Su falta de seguridad hará que tenga temor a las situaciones conflictivas, no tiene la valentía de defender sus opiniones y sus convicciones
  • Preocupación por la mirada y la reacción de la otra persona
  • Temor a la soledad, al estar con uno mismo

¿Se puede superar la dependencia emocional?

Las relaciones con dependencia emocional suelen ser tortuosas y destructivas, la persona dependiente idealiza en exceso a su pareja. Aunque la relación provoque un gran sufrimiento hará todo lo posible para que no se rompa.

Entender que una relación no es estar en todo momento juntos o juntas, o que el amor no significa decir nunca que no y amoldarse a las actividades y preferencias de la otra persona es un gran paso para superar esta dependencia.

Cuando nos hemos acostumbrado a esta dinámica no es fácil cambiarla, pero podemos trabajar poco a poco para poder conseguir el control de nuestras vidas. Si vemos que no podemos siempre es recomendable buscar ayuda psicológica.

Muchas veces no somos conscientes del problema, solo cuándo lo identifiquemos podremos empezar a buscarle solución. Es importante trabajar la autoestima y reflexionar sobre retos que hemos conseguido sin la necesidad de nuestra pareja y como los hemos superado, y mejorar las habilidades sociales e interpersonales.

Así conseguiremos la independencia emocional.

Psicóloga, sexóloga y escritora.
Autora del blog Educandosobresexo y del libro Vaginismo, conócelo, conócete. Me apasiona la Educación sexual y acompañar a las personas en la mejora de su bienestar físico y psicológico.
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