Te impongo un problema

¿Cuándo se convierte un hecho en problema? ¿Quién dice qué es problemático y qué no? Desde un punto de vista individualista, un problema es un problema cuando lo vivimos de ese modo, es decir, cuando lo nombramos como tal. Los criterios que utilizamos para nombrar algo como problemático vienen de fuentes externas e internas (que van construyendose en relación con el mundo).

Con todo ello, creamos mapas mentales que nos indican qué cosas están bien, son normales (palabra de moda) y cuáles no. Hay mapas de todo tipo, algunos son más rígidos, otros más flexibles, unos que excluyen a más personas, otros que intentan incluir... Para poner un ejemplo podemos reparar a la situación que vivimos desde hace más de dos meses. 

La aparición en escena de un virus ha puesto en marcha todo un mecanismo de soluciones guiado por un mapa de salud occidental que considera como muy problemático la convivencia de personas con dicho virus. 

Como solución para “acabar” con el problema, han optado por el aislamiento de la población vendiéndolo como única solución posible. Es decir, este mapa de la medicina considera que la enfermedad y la muerte, son lo peor que nos puede pasar en esta vida y que, para evitarlo, la mejor idea es que nos encerremos en nuestras casas y dejemos de relacionarnos “libremente”

La peculiaridad de este mapa, es que es rígido y universal. Considera que hay sólo una manera de hacerle frente y que si no se cumple como ellos dictan, como tu capacidad de decisión es errónea, hay que castigarlo con multas policiales e hipervigilancia. Son soluciones impuestas desde fuera, no hemos reflexionado sobre ello, no nos han dado tiempo ni opción de hacerlo. 

Por tanto, tenemos un mapa para toda la población y una solución para todas las realidades existentes (que son tantas como personas). Es tentador utilizar este tipo mapas, ¿por qué? Pues porque venden recetas infalibles y toman las decisiones por ti, que vamos a ver, es más cómodo. Digamos que se trata de unas soluciones que otros toman por ti con el pretexto de que tú como no eres capaz de tomarlas, de manera paternalista intentan protegerte y salvarte la vida. 

¿Es una solución al problema? Puede serlo. ¿Lo es para todo el mundo? No. Todo el mundo es demasiada gente y habrá personas que consideren que su problema no es pillar el virus, sino vivir sin un sueldo, por ejemplo. 

Otra de las peculiaridades es que es un problema para todas, es decir, no tienes opción de considerar a este virus como no problema, lo es y punto. No podemos considerar que la muerte y la enfermedad, son parte de la vida y que si hay vida, hay muerte. No podemos decidir “arriesgarnos” a vivir. ¿Por qué? Pues porque tu decisión de vivir y salir, puede matar a otras y eso, es injusto. Este el punto fundamental donde todo se sustenta. 

La justicia. Lo bueno y lo malo, culpable e inocente, sana y enferma, cuerda y loca. Si obedeces, inocente. Si cuestionas y desobedeces, culpable, asesina, insolidaria. Son acusaciones muy graves y profundas, ¿quién quiere vivir con ellas? Si abrazar a alguien se equipara con asesinar a alguien... Éxito asegurado, ya que si lo hacemos, no vamos a poder soportar la culpa de haber matado a alguien por el capricho de querer tocarla. Porque consideramos que tocar, abrazar, besar, hablar, juntarnos... es un capricho, por supuesto. 

Este mapa ha tenido un éxito casi incuestionable. Lo hemos comprado fácilmente y vamos con él por nuestras calles juzgando a toda aquella persona que consideramos que no lo está utilizando adecuadamente. Me resisto a tener sólo un mapa, cada territorio, cada pueblo, cada barrio, calle, cada casa, piso... tiene su propio mapa y sé que no me sirve para conocer a las personas que se sitúan a ella. 

Realidades que no van a poder salir adelante con esta solución que precariza, juzga, inutiliza, infantiliza a las personas. La solución es a veces, el mayor problemacreo que para muchas lo está siendo y no quieren que hablemos de ello. Resistiremos porque no queremos esa normalidad, porque no queremos renunciar a nuestra capacidad de decidir, porque no  queremos paternalismos que nos digan lo que tenemos y lo que no tenemos que hacer. 

Resistiremos porque nos negamos a que nos culpabilicen por las muertes que se están dando, porque comparar un asesinato con darnos un abrazo es despreciable, porque seguimos creyendo que la ternura y los vínculos son lo que nos sana y nos dan ganas de vivir. No queremos más diagnósticos, más policías, más juicios, más castigos, más culpas. Queremos comprensión, empatía, respeto, empoderamiento, autogestión, autonomía. Resistiremos.

Sexóloga y Psicóloga
Mi especialidad es el acompañamiento de colectivos vulnerables, proyectos con perspectivas no normativas a través de una mirada sin juicio que busca la autorregulación, la autonomía, el autoconocimiento... Definitivamente, buscando ser responsables de nuestra propia vida.
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