Según un informe del centro comercial online Rakuten, en 2017 en el Estado español se gastó en regalos una media de 60 euros por persona. Si observamos por sexos, parece que ellos sienten el deseo o la obligación de ejercer de galanes caballeros andantes, pues de media invierten en su amor 73 euros frente a los 44 de ellas. Por supuesto, el nivel de compromiso también influye y quienes se encuentran (d)esposados gastan de media 108 euros frente a los 87 de quienes se encuentran en un libertinoso noviazgo. Y no hace falta ser muy sagaz para entender que la edad es otro factor esencial: a más joven, más pobre, por lo que quienes oscilan entre los 20 y 40 años destinan unos 48 euros a colmar de riquezas a la pareja frente a los 76 de los mayores de 40.
Aun así, el dato más curioso que dejó el año pasado el Día de San Valentín y que se espera que se repita este 2018 es que precisamente en esta fecha tan señalada se dispara la venta de preservativos. Según datos aportados por Durex, cada 14 de febrero las ventas de condones crecen aproximadamente entre un 20% y un 30% con respecto a las ventas de cualquier otro día del calendario. Algo que también ratifican los informes del servicio Prime Now de Amazon. Y por si alguien lo estaba pensando, no, no aumenta precisamente porque San Valentín coincida con el Día Europeo de la Salud Sexual y Reproductiva ni porque la jornada anterior sea el Día Internacional del Preservativo.
Pero las sorpresas –aunque bien pensado no sean realmente sorprendentes– no acaban ahí: el vino también triunfa con respecto a cualquier otro martes. Entre los regalos de última hora comprados el 14 de febrero de 2017 a través de Amazon figuran joyas, relojes y bombones, además de ropa, perfume y calzado. Y a pesar de que se escapa de fechas, he aquí otro dato curioso: aunque pueda parecer contradictorio debido al aumento de la venta de preservativos, el mes de marzo parece ser en el que más tests de embarazo se venden –se sobreentiende que para averiguar si la semilla del amor plantada en San Valentín ha dado frutos más o menos planificados-. Desgraciadamente, esta última idea no está suficientemente contrastada, por lo que haríais bien en ser escépticos. Pero puestos a imaginar, ¿qué pensáis vosotros?