Calladitx estás más agustito: cómo elegir la mordaza perfecta

“Quien tiene boca se equivoca”, pero créeme que no querrás equivocarte eligiendo una mordaza para tu boca. En este breve post te explicaremos cómo puedes seleccionar la adecuada y evitar disgustos, ¡no te pierdas ni una coma! Ya sea de piñón, bocaza o bocachancla, seguro que hay una mordaza para ti.

Lo primero de todo decir que hay dos maneras de obtener una mordaza, como en lo que cualquier juguete BDSMero se refiere: haciéndola o comprándola. Cómo no, ambas opciones tienen sus pros y sus contras.

Si eres fan del DIY, por favor, usa materiales seguros para introducirlos en la boca y no las hagas con objetos que se puedan soltar y desprender. Lo de meter unas bragas en la boca queda muy peliculero, pero puede perder el chiste si la tela se empapa y empieza a deslizarse hacia tu garganta. Tampoco uses cinta americana ni ningún adherente similar que resulte abrasivo con la piel, ¡borregueces no! Avisos dado y quien avisa no es traidor.

Si vas a comprarla, ten en cuenta lo siguiente:

– Hay más mordazas que personas amordazables en el mundo. Las hay de agujero, de araña, con bola agujereada, con bola rígida, con arnés facial, con un dildo hacia fuera para realizar penetraciones, con forma de huesito, con forma de corazón… para todo tipo de peculiaridad erótica, que es fetiche. Cada una de ellas nos transporta a un nuevo contexto de juego, ¡toma la escena que quieres realizar como punto de partida!

– No podrás probarlas. Son como las bragas de algunas tiendas: sin derecho a probar ni a devolver (por motivos obvios). Por tanto, una buena idea es saber el tamaño aproximado de tu cavidad bucal. Prueba, por un tiempo prolongado a tener algún objeto seguro con parte del mismo en tu boca. ¿Cual es tu apertura máxima en situación de comodidad? Anótala y tenla en cuenta cuando te hablen del diámetro de circunferencia de la bola, el aro… o lo que sea que tenga tu mordaza.

Si nunca has probado una, no seas ansias y ve con precaución. Especialmente si eres una persona que tiende a tener nauseas, ten en cuenta que el exceso de salivación también podría provocártelas.

– Cómo no, una mordaza por cada bottom, mínimo, porfa plis. Si no podemos asegurar la adecuada limpieza del juguete, no seamos cutres.

Como decíamos antes, hay una mordaza para cada ocasión:

– Una primera experiencia: una con una pequeña bola de silicona o de plástico con agujeros es ideal; te acostumbras a la sensación, tienes mayor facilidad para respirar…

– Una escena en la que quieres poder meter cosas en la boca o tentar con la idea: las gags de anillo o de araña son tus mejores aliadas.Pero, cuidado, muchas veces son de metal y, por tanto, ¡morderlas te puede salir caro!

No obstante, si buscas insonorizar, necesitarás una que además de bola tenga una almohadilla externa o una capucha adherida. Ten en cuenta que, cuanta menos cara vemos, más necesidad tendremos de señales de seguridad. Por lo que este tipo de juguetes es mejor probarlos con experiencia (con el juguete, el juego y la persona con quien juegues).

– Cuando necesitas algo más: también las hay más bizarras, como por ejemplo las que tienen la parte interna inflable. Obviamente, es un juego que requiere de mucha confianza y mucho (auto)conocimiento.

– El postureo: why not? también nos gusta ser coquetxs y debo reconocer que hay mordazas con bola de cristal que veo muy peligrosas para los dientes pero que pueden quedar realmente preciosas en la foto adecuada.

At last, but not least:

Nunca infravaloréis el riesgo de este juguete. Nunca penséis que es inocuo sólo porque es muy común. Safety first. Actúa de forma sensata y sé consciente de los riesgos:

Primero y antes de introducir este juguete en tus juegos, párate a pensar en todos sus efectos, bondades y complicaciones. Es un juguete de restricción, impide el habla (algunas de las más complejas también parte del ruido), por lo que tendrás que optar por una “señal de seguridad” que sustituya a la palabra de seguridad. A su vez, también restringes una de las vías respiratorias con varias de ellas, por lo que es un juguete a poder descartar en periodos de gripe o alergia si eres una persona que no aprecia la sensación de asfixia.

Además, hay que tener en cuenta la salivación, es decir, no es deseable que estés en una posición donde puedas ahogarte fácilmente con tus propias babas (por ejemplo: boca arriba y sin tener la cabeza más alta que el cuerpo). Todas las posturas que faciliten que controles cuando tragas o que ayuden a expulsar el exceso de salivación son bienvenidas. Es más, hay quien las usa por el valor añadido erótico que le puede dar a una escena ver un reguero de babas. Para gustos, colores, ¡no seáis juzgones pero sí jugones!

Sexóloga, Técnica de Igualdad y Técnica en Intervención Psicosocial.
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