Sí, su Papi en el sentido BDSM de la palabra. Recordad cuando hablamos del age play. En este caso, aunque ella no relata prácticas que entenderíamos como más propias del age play o una relación Caregiver-little (Persona cuidadora - peque); sí que ella decide este apelativo para dirigirse a él.
¿Para quién es este libro?
Recomendaría el libro a un tipo muy variopinto de personas, entre otras:
– A quienes quieran conocer algo más sobre cómo funciona la industria del porno. Para ello, los capítulos iniciales son realmente interesantes, aunque más adelante su vida no está ahí centrada.
– A quienes tienen curiosidad por conocer desde dentro una relación en la que el BDSM es parte imprescindible. No quiero decir con ello que todas sean similares, ni mucho menos, pero es una oportunidad para curiosear un ejemplo concreto.
– A quienes deseen un relato de una relación amorosa y/o erótica sin tapujos ni filtros, contada desde las tripas. Esta biografía es todo un ejercicio de sincericidio, Madison Young lo relata tal como lo vivió, sin trampa ni cartón y eso, inevitablemente, vincula a quien lo lee pero también remueve.
¿Para qué es este libro?
Este libro es para quienes buscan una historia humana, y no perfecta, de deseo, amor y kink. En estas más de 300 páginas (que yo conseguí devorar el año pasado en unos 10 días), la autora relata cómo fue cambiando su vida, cómo eran sus relaciones más cercanas y cómo vivía ella todas esas situaciones. Esta obra sincericida nos expone lo más crudo y nos interpela.
Habla de la industria a través de su relato en la industria del porno. De la complejidad de las relaciones eróticas y amorosas y más si lo son en clave de no-monogamias. Nos muestra incluso el kink sin disfraces ni fantasías, una relación real sin más embellecedor que los propios sentimientos de quienes la viven.
Una forma de relatar hechizante que no deja indiferente a nadie, eso está claro. Ya seas de quienes llegan hasta el final de la obra o quienes deciden dejarla a medias porque no quiere saber más (tal como la propia autora advierte que puede pasar), indistintamente de con qué sensaciones acabes tu lectura, ten claro que no la acabarás tal como la comenzaste. En definitiva, ya seas vainilla, fresa, chocolate o tuti-fruti, esta obra es una montaña rusa de la que, bajes como bajes, no bajarás igual.